Nana Golmar es una marca de sombreros artesanales hechos en España a partir de materiales nobles de máxima calidad. Respetuosos contigo y con la naturaleza, que nos inspira hasta en su más mínima expresión.
Porque la elegancia y la sencillez caminan siempre de la mano, diseñamos sombreros bonitos, atemporales y sin artificios. Sombreros únicos que se parecen a ti. Moldeados con arte. Sin prisa pero con alma, al susurro de canciones. A base de las caricias de unas manos con “ángel” y de una imaginación eterna. Sombreros honestos, llenos de historias, emociones y recuerdos que cobran vida en las cabezas de mujeres y hombres auténticos, soñadores y de corazón puro. En constante búsqueda y aprendizaje. Personas que sientes antes de verlas cuya mayor conquista es tenerse a sí mismas y ser su propio hogar. Su libertad es palpable, su belleza inevitable.
Amamos la vida, en su forma sencilla y en su parte más épica, y por eso diseña mos sombreros cómodos y versátiles, para el día a día y para momentos especiales. Porque la ocasión perfecta es atreverte a ser tú. Sin miedo ni engaño.
Algunas cosas bonitas son demasiado breves, pero un buen sombrero es un compañero para toda la vida que acaba siendo para ti. Su copa te eleva y sus alas te guardan. Un sombrero cubre y descubre. Te aporta justo lo que necesitas, pero nunca deja indiferente. Cobija tus secretos y bajo él cobran forma tus sueños… Te invita a jugar y a volver a ser niño.
Nuestros sombreros transmiten armonía y actitud. Tienen la forma, tienen el color y tienen la textura pero, sobre todo, te tienen a ti. Y no hay nada más bello que ser verdad. El sombrero te ayuda a encontrarte y a contarlo después.
- La autenticidad (y su belleza). Desde la nobleza de un material, su movimiento… a las infinitas notas de un color o la serenidad de quien mira sin reservas. Los sabios griegos decían que la belleza está en la verdad y, a la inversa, que no hay verdad sin belleza. Nuestros sombreros nacen de esa búsqueda constante del lma de las cosas.
«Diseño para las personas que intentan parecerse cada vez más a lo que son en esencia»
- Sostenibilidad y coherencia. Ser sostenible está de moda, pero para nosotros no es una elección sino una consecuencia. La naturaleza es indisociable de nuestra identidad como marca. Nos inspira, nos hace vibrar y nos regala hasta el último material con el que trabajamos. Cómo no cuidarla, cómo no quererla…
«Sueño con poder hacer sombreros tranquila en un taller en medio la naturaleza»
- Creatividad. Crear nos ayuda a ser, a descubrirnos y a descubrir el mundo, a ver donde otros no. Nos hace preguntarnos por qué y soñar alto.
«No he sabido quién era yo hasta que empecé a hacer algo con las manos»
- Excelencia y corazón. La excelencia no es solo cuestión de talento, se persigue con esfuerzo y la ilusión de ser mejor cada día, con humildad, respeto y autocrítica, valorando el trabajo de otros y con valentía: hace falta asumir riesgos. Pero, sobre todo, poniendo corazón.
«Cuando haces algo a mano deja de ser una cosa porque lleva emociones e historias de la persona que lo está haciendo»

- Raíces y alas. El arte y el propio ser humano trasciende cuando las raíces se elevan y las alas arraigan. Somos el resultado de nuestra historia y conocerla, conocernos, es la clave para escribir nuestro propio guión.
«A mi me encanta coger cosas que ya existen, contar su historia y reinventarla, porque contando esas historias hacemos que no desaparezcan. Es como un legado que tenemos. Pero a la vez hay que avanzar, no te puedes quedar en lo de atrás»
- Libertad y amor propio. No hay nada más importante que saber estar con uno mismo. Aprender a convivir contigo y no buscar fuera lo que solo está en ti. Atravesar el vacío te hace libre. Y de esa libertad emana lo mejor que puedes ofrecer de ti. El amor propio implica armonía en cada cosa que haces, por pequeña o grande que sea.
«Yo podría ser de cualquier lugar bonito»
- Sabiduría. Disfrutar de las cosas sencillas. No tener prisa. Sonreír con la mirada. Encontrar el centro entre el ser y el tener. Soñar sin racanería. Aceptar la incertidumbre y abrazar el cambio. Aprender y fallar. Muchas veces. Y sobre todo, comprender que lo importante no es llegar sino recrearse en las experiencias del camino. Como los versos a Ulises de Constantino Kavafis: «Ten siempre a Itaca en tu mente. Llegar allí es tu destino, mas no apresures nunca el viaje».
«Vivo tranquila, creo que todos los retos y enseñanzas que la vida me traiga seré capaz de vivirlos con fuerza y serenidad. Sin miedos»
Nos gusta pensar que somos aquello en lo que creemos, que hacemos lo que somos y por eso cada una de nuestras creaciones lleva grabada esa filosofía, esa búsqueda.